Uganda es un destino perfecto para los amantes de la aventura y la naturaleza.
Se trata de un país en el que podemos encontrar algunas de las mejores reservas naturales del continente africano, con espectaculares lagos como el Victoria (con sus famosas y fotografiadas cataratas), y extensas sabanas que otorgan al visitante una postal imborrable de África. Con tanto contraste es imposible resistirse a encantos únicos en el mundo, como por ejemplo las fuentes del Nilo Blanco, una ramificación, que junto al Nilo Azul da nacimiento al río más caudaloso del planeta, el Nilo.
Encontramos también parques nacionales como el de Bwindi, que con más de 30.000 hectáreas concentra la mitad de la población mundial de gorilas de montaña, especie en peligro de extinción con unos 300 ejemplares en total en el planeta.
En esta zona se encuentra también el hogar de los pigmeos Batwa. En 1991 esta etnia tuvo que abandonar el Bosque Impenetrable de Bwindi, debido a que el gobierno lo declaró Parque Nacional, para proteger a los gorilas. Fue un episodio difícil para ellos, pero afortunadamente todo cambió a principios de este siglo, cuando un mecenas y filántropo norteamericano, el doctor Scott Kellerman, les ofreció un terreno dónde poder recuperar sus costumbres y tradiciones. Desde entonces comparten toda su sabiduría, basada en la naturaleza, con el viajero que se adentra en su mundo de milenios de antigüedad. Podremos tener una interesante charla con los más ancianos, cuyas historias sobre la supervivencia o la salvaje y poderosa fauna de la selva africana, cautivan incluso al más escéptico. También podremos apreciar de primera mano su estilo de vida, completamente centrado en la agricultura y la cría de ganado vacuno.
El país ofrece otras visitas antropológicas de gran interés, como por ejemplo descubrir las etnias Bakiga y Nyankole, tribus con miles de años de existencia y documentadas entre las primeras en habitar el continente.
Con el paso de los años Uganda ha ido evolucionando hacia un país más tolerante con el conjunto de religiones y etnias que lo habitan, siendo uno de los territorios que mayor crecimiento económico y social ha experimentado en el continente africano, y en el que se respira un profundo respeto, hospitalidad y amor por la naturaleza y por aquellos que acuden a visitar y a disfrutar del país.
La clave para disfrutar de una experiencia completa es fundirse con el entorno, pero siempre manteniendo un profundo respeto por sus habitantes, tanto humanos como animales. El país cuenta con una considerable cantidad de Parques Nacionales, como el anteriormente nombrado de Bwindi. Otro de los enclaves más bellos y visitados del país es el Parque Nacional de Murchinson Falls.
Descubierta la zona por el científico y explorador Samuel Baker a mediados del siglo XIX, lleva ese nombre en honor del reputado geólogo escocés Roderick Murchinson. Pero no fue hasta 1954 cuando se estableció como Parque Nacional, con las cataratas como principal reclamo, ofreciendo un espectáculo absolutamente inolvidable de la naturaleza. Con una caída de 43 metros y pasando por ellas más de 300 metros cúbicos por segundo, las cataratas Murchinson son de una belleza impactante. El parque, es además el hogar de 76 especies de mamíferos y de 451 especies de aves, ofreciendo una gran biodiversidad para el visitante que sea paciente.
Aunque sin duda, si queremos disfrutar de una variedad infinita de especies animales, el lugar a visitar es el Parque Nacional Queen Elizabeth. A poco más de 400 km. de la capital del país, Kampala, podemos introducirnos en uno de los escenarios más reconocibles de África: la sabana. En este parque habitan gran parte de las especies felinas del continente (leones y leopardos), medio millar de especies de aves, y animales emblemáticos como el elefante, el antílope, o los cocodrilos y los hipopótamos, que habitan en los lagos George y Edward.
Y por último, tenemos igualmente la opción de visitar el menos conocido Parque Nacional del Valle del Kidepo, al noreste del país. Basado en un paisaje de contrastes debido a su altitud sobre el nivel del mar, podemos disfrutar de inacabables bosques, escarpadas montañas, y kilómetros y kilómetros de sabana. Al ser uno de los parques menos publicitados de Uganda, la presencia del turista es bastante escasa, dando pie a disfrutar de una experiencia totalmente inmersiva.
Representando el ensoñador arquetipo que todos tenemos en mente del paisaje africano, Uganda permite experimentar al visitante sensaciones nunca vividas, como disfrutar de un safari por la emblemática sabana, aventurarse por espectaculares selvas frondosas, o presenciar lagos inmensos e imborrables en la memoria. Todo ello observando gran cantidad de fauna animal en su hábitat natural, descubriendo que Uganda es uno de los destinos más impresionantes que se pueden visitar hoy en día.
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