By |2023-04-04T08:04:38+00:004 de abril de 2023|Sin categorizar|0 Comments

La última vez estábamos en Kashgar desde donde podemos cruzar a Kirguistán…

a través de dos pasos fronterizos diferentes para llegar a Osh, el paso de Torugart y el paso de Irkeshtam.

Cualquiera de los dos es recomendable, aunque el paso por Torugart implica un guía local chino a veces bastante caro, pero este te permite llegar a Tash Rabat, y Tash Rabat es un tesoro oculto de la ruta de la seda.

Tash Rabat, el caravasar perfecto, fue refugio y descanso para los comerciantes de la ruta de la seda. El edificio es casi cuadrado y está hecho completamente en piedra, hoy está semienterrado por la parte posterior y mantiene una cúpula en el centro pero se ha mantenido casi inalterado con el tiempo, en 1984 sufrió una restauración que consistió en poco más que desenterrarlo, con lo que al entrar a su fascinante interior podemos ver la distribución original, su pasillo central con sus estancias laterales, lo justo para hacer volar la imaginación a una época antigua, aún podremos ver el asiento del Khan, donde se sentaba el jefe local y si forzamos nuestra mente podremos ver como se acercaban las caravanas, como hacían sus negocios y como descansaban para continuar con su viaje, es sin duda el sitio perfecto para revivir la ruta de la seda.

Desde Tas Rabat llegamos a Osh, la segunda ciudad más importante de Kirguistán y dicen que hasta más antigua que Roma, se encontraba en el cruce de caminos más importante de la ruta de la Seda. Gran parte de la ciudad está ocupada por las montañas de Sulaiman Too (el trono de Salomón) que posiblemente cruzó Mahoma y motivo por el que aún hoy se pueden ver peregrinos cruzando sus caminos, aunque es el principal atractivo de la ciudad, toda ella se merece más de un paseo o dos, su mercado dorado, el bazar, el alcázar de Ak-Burin, el Mausoleo Asaf-ibn-Burjiya, la Mezquita Ravat-Abdullakhan, la Mezquita Mukhammed Yusuf Baykhodzhi-Ogli y muchos otros monumentos.

Aunque quedarnos en Kirguistán, el país de los caballos y los paisajes deslumbrantes sería perfecto, nuestro camino de la ruta de la Seda nos lleva hacia Uzbequistán y probablemente las cuatro ciudades más importantes de toda la ruta, Tashkent, Bukhara, Samarkanda y Khiva.

Llegamos a Tashkent, una ciudad mas interesante por su papel histórico que por lo que hoy podemos ver en ella, puedes visitar el Chorsu Bazaar (casi puede trasladarte a Estambul, nuestro final de viaje), el complejo Hazrat Imam y el museo de historia, pero como ya hemos dicho quizás lo mas interesante de la ciudad es que fue punto de partida hacia unas ciudades impresionantes.

Dejaremos Tashkent para viajar a Samarkanda, el corazón de la ruta de la Seda. En ella podemos encontrar el Registán, la plaza más espectacular de Asia, cruce de 6 caminos y en donde se vendían las mercancías traídas por las caravanas. Rodeada de tres madrazas con cúpulas azul turquesa es sin duda un espectáculo fascinante. También en Samarkanda visitaremos el conjunto monumental Shahi-Zinda, donde está enterrado el primo de Mahoma, la Mezquita Bibi-Khanim y el observatorio Ulugbek.

De Samarkanda viajaremos a Bukhara, quizás junto con Khiva las ciudades más bonitas de toda la ruta, Samarkanda es preciosa, pero como Tashkent tiene una arquitectura muy comunista, en cambio Bukhara y Khiva tienen un aire más persa, más antiguo y personal que enamora. El monumento más antiguo de Bukhara es la ciudadela Ark, aunque solo perderse por su centro histórico ya es visitar un monumento. Como la ciudad antigua que es hay muchas mezquitas y madrazas dignas de visita, todas ellas casi igualmente interesantes, se haría difícil escoger una sola así que mejor perderte y que sean ellas quienes te llamen para su visita, aunque te llame o no, no te pierdas la mezquita Kalan, sin duda imperdible.

Si después de Bukhara aún no entiendes porqué Uzbequistán es mas que un país que casi no sabes como escribir su nombre ni localizar en el mapa, aún puedes visitar Khiva para salir de dudas. Atravesaremos el desierto de arena rojas de Kizil-kum para llegar a nuestro final de camino por hoy, Khiva. Es una ciudad pequeña pero quizás por eso conserva casi completamente la atmosfera más perfecta para adentrarte en plena Ruta, ciudadelas de barro, caravasar, bazares dentro de las murallas… es Ichan-Kala, la ciudadela y parte más antigua de la ciudad. La pequeña ciudad, llena de minaretes, madrazas y mezquitas y toda ella un monumento.

Y de aquí seguiremos hacia Irán, Turkmenistán y Turquía…

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